Hoy voy a hablaros sobre una de las herramientas que considero vital para nuestro día a día, La planificación. Tendría que ser algo heredado, dada su vital importancia para mejorar nuestros resultados, su calidad, nuestra productividad personal.
Una de las mayores carencias que nos encontramos en los estudiantes en nuestros centros, casi todos los días, es la falta de planificación y organización, pero sobre todo la planificación. Cuando evaluamos y valoramos la planificación en los estudiantes, les preguntamos directamente si planifican diariamente, si en la “época de exámenes” aplican cierto criterio para comenzar a estudiar…la mayoría responden afirmativamente, pero es muy diferente en la realidad, cuando vas más allá nos damos cuenta de que existe, en la mayoría un mínimo de planificación, para ellos “planificar” supone asignar el día de comienzo del estudio y el día de finalización.
Desconocen cómo y què planificar, y ¡ojo! nos es culpa de ellos, habéis pensado que a lo mejor nadie le ha enseñado esa herramienta, recordad que he dicho más arriba que debería de ser algo heredado, algo genético, y de momento no lo es.
Si quieres mejorar en tus estudios, en tu trabajo, Planifica, tenemos que hacer de la planificación un hábito, que forme parte de nuestras herramientas de estudio o trabajo, y no solo dejarlo para la época de exámenes o grandes proyectos. En los estudios, en el campo académico tenemos que aleccionar a nuestro hijos, a implementar esta herramienta poderosísima que le ayudará para el resto de su vida.
Estas son algunos de los beneficios que aporta la planificación:
– Tranquilidad, seguridad.
– Sensación de control. Autoconfianza.
– Control del estrés. Nos liberamos y somos más creativos.
– Nos permita controlar nuestro tiempo.
– Minimiza los imprevistos.
– Predisposición de la mente para hacer las cosas.
– Empezar y terminar las tareas sin interrupciones.
A continuación veremos las etapas/pasos que os aconsejo seguir para realizar una buena planificación.Para ello vamos a poner de ejemplo la planificación de un exámen:
1º. Divide y trocea.
Divide y vencerás. Si divides en bloques el temario, por partes, verás como te intimida menos, lo harás más accesible. Mantén un criterio; organiza el contenido por tema, por bloque de contenido, por minibloque de contenido. Para ayudarte a trocear el temario de estudio coge un rotulador y en un folio o en una pizarra, y ve anotando cada uno de las partes en las que has dividido el temario.
2º Preestudio de los bloques de contenido.
Es aconsejable planificar el tiempo de estudio de cada bloque de contenido teniendo en cuenta los siguientes criterios:
– Para el estudio de un bloque en concreto; son suficientes los contenidos que tengo, o debo de buscar más información extra con el fin de complementar la información. Si la respuesta es un sí, necesitarás un plus de tiempo para este bloque.
– Asigna a cada bloque un grado de dificultad, por ejemplo de 0 a 10, siendo 0 extremadamente fácil y 10 muy difícil. Esto te ayudará a determinar el mejor momento para el estudio del contenido en función de la complejidad, y estimar mejor el tiempo de dedicación.
3º Planificación del tiempo.
A lado del listado de los bloques de temario, y teniendo en cuenta las premisas anteriores, del preestudio de los bloques de contenido, asigna un tiempo de estudio para cada uno de los bloques. Bien, ahora, cuidado, añade a ese tiempo 15 minutos más, luego veremos que hacemos con este tiempo extra. Además de esto asigna, prevee, 20 minutos más al día, y cada día que pase, súmale a esos 20 minutos 7-8 minutos más.
4º Distribución de los contenidos.
Para distribuir los contenidos del estudio en el tiempo, asegúrate de:
– Tener delante un calendario de las actividades, horarios, citas que tengas para ese periodo.
– Teniendo en cuenta el día del exámen, planifica el fin del estudio dos días antes de la fecha del exámen ( esto es vital) . El último día será solo de repaso.
– Con tu calendario delante, y teniendo en cuenta las demás actividades y citas, asigna un horario de comienzo y de fin a los bloques de contenido.
5º. Repasos y autoevaluación.
Este aspecto es macrofundamental para asentar el estudio. Estableceremos 3 repasos.
– Uno, en el momento asignado para el estudio del bloque de contenido, recuerda que, al final del bloque asignamos 15 minutos, pues bien, en esos 15 minutos repasaremos y nos autoevaluaremos para conocer el grado de aprendizaje que hemos adquirido.
– Dos, esos otros 20 minutos que también planificamos más arriba, nos sirven para repasar y autoevaluar el estudio diario y anterior. Los repasos siempre tienen que ser acumulativos, de ahí que se incremente cada día el tiempo para el repaso.
– Tres, el día antes del exámen. Lo dedicaremos única y exclusivamente a repasar, nada de estudiar flecos sueltos, sólamente para el repaso.
Te preguntarás como te puedes autoevaluar, muy sencillo, la mejor forma, para mí, por supuesto, es: en un folio en blanco escribo todo el contenido del que quiero autoevaluarme. Cuando no sepa algo, lo dejo en blanco, y en un espacio en blanco, para después, cuando acabe de autoevaluarme, comprobar lo que realmente he aprendido, y por supuesto saber lo que tengo que reforzar.
Recuerda, la planificación no es el fin, es el medio para conseguir un mejor resultado, un mejor estudio y/o trabajo de calidad.