“¿ Estás dispuesto a cambiar?” esta es una frase que me encanta y utilizo muy a menudo en las consultorías y seminarios. Lo dice todo, si uno mismo no está dispuesto a cambiar, si realmente no está convencido, duda de su capacidad para el cambio, visualiza los logros como algo inalcanzable, nunca lo conseguirá. Es el primer paso, el paso vital para alcanzar el cambio, estar convencido, de verdad, uno mismo. O lo que es lo mismo, la profecía autocumplida.
La profecía autocumplida, es el núcleo del post de hoy. Las situaciones son vividas, percibidas por cada uno de nosotros por un prisma diferente, ese prisma lo conforma, en parte nuestra genética, nuestras experiencias, nuestras expectativas, historial emocional etc, todo esto configura el prisma personal de cada uno.
La profecía autocumplida o efecto pigmalión, nos dice, si una situación es definida como real, esta situación tiene efectos reales. Pero.. y si nuestra tendencia es ponernos límites, creencias limitadoras, confiar poco en nuestras posibilidades… pues está claro, así actuaremos. Quiero decir, que ante cualquier objetivo, proyecto, un cambio que nos propongamos en nuestros hábitos, rutinas.. es susceptible de nuestro prisma. Por ejemplo, llevamos una meses leyendo blogs de productividad personal y mejora personal, nos hemos comprado un par de libros sobre la temática.
Y un buen día decidimos ” quiero cambiar mis hábitos y convertirme en una persona más productiva”, la contrapartida está en el resto de nuestra percepción, y lo acompañamos de pensamientos, visualizaciones del tipo: – ” Lo intentaré, aunque supone mucho esfuerzo” – ” Me resultará casi imposible, requiere mucho tiempo y yo no lo tengo” – ” La productividad es para grandes directivos y empresarios” Con estas premisas, será imposible alcanzar cualquier cambio en nosotros. Sí, hemos dicho que queremos cambiar, pero no cambiaremos, simplemente, por que no creemos que vamos a cambiar. En esta situación el efecto pigmalión campará a sus anchas para hacer su trabajo, que no es otro que actuar en relación a lo que nosotros hemos querido ver, a nuestra realidad; queremos un cambio, pero percibimos que es muy difícil conseguirlo, no tenemos confianza en nosotros mismos.. no lo conseguiremos.
Cuando una persona se convence a sí misma de que una situación tiene un significado, adecuará su conducta a esa percepción. Ni más ni menos. La profecía autocumplida también funciona con los pensamientos positivos, y con esto tenemos que quedarnos, con aquellas creencias que tenemos, los cambios que queremos implementar si realmente creemos en ellos, vemos con claridad los cambios que vamos a conseguir, confiamos en nosotros mismos, y lo que es más importante, visualizamos esos cambios, los hacemos reales, alcanzaremos nuestro objetivo.
Recuerda que “si una situación es definida como real, esta situación tiene efectos reales” por esto, cuando realmente creemos en esos cambios, los visualizamos de manera que los incorporamos mentalmente a nuestro YO, existen muchas más probabilidades de conseguir nuestro objetivo. Nuestra conducta se adaptará para alcanzar nuestros objetivos. A su vez, las expectativas y percepciones que tienen los demás de nosotros, también influyen en nuestra conducta. Ver video.
Recuerda, las limitaciones están dentro de nosotros, en la mayor parte de los casos. Por eso: ¿ Estas dispuesto a cambiar?