Cómo sabéis las tareas clave representan el núcleo, la columna vertebral de tu día de trabajo. Requieren un plus de concentración, de enfoque, cero distracciones y detrás de ellas suele haber una implicación importante. Hasta ahora estaba desarrollando estas tareas clave dentro de mi “horario de oficina” solía comenzarlas sobre las 9.30 horas, nada más llegar al despacho. La idea original, era aprovechar el momento más bajo de actividad de la oficina con el fin de exprimirme a tope con estas tareas clave.

La teoría genial, pero… las interrupciones acechaban, me solía despistar con más facilidad, y finalmente lo que me me debería de llevar 1 hora, lo terminaba en dos. El fin de semana anterior estuve en un curso con el Gran Berto Pena, y debatiendo sobre los hábitos de cada uno, la mayoría coincidíamos en que el gran problema de desarrollar las tareas clave en la oficina, son las interrupciones y los despistes, éramos más vulnerables a todo esto.

Eso me hizo pensar profundamente, y la solución para mejorar mi productividad, sobre todo en las tareas más importantes del día, era, “salir de la oficina”. Tenía que implantar un nuevo hábito en mi rutina, en mi productividad si quería realmente avanzar en las tareas clave.

El nuevo hábito.

Desde la semana pasada me levanto a las 5.50 de la mañana, y 10 minutos más tarde estoy en el despacho de casa desarrollando, trabajando en las tareas clave, en aquellas que requieren un “plus de todo”, trabajo intensamente justamente 2 horas. No podéis imaginar la sensación de “gran avance”que supone, estoy encantado con este nuevo hábito que estoy implantando en mi rutina.

A las 5.50 am estoy desayunando, mi zumo de naranja, kéfir, y dos tostadas de miel con aceite ( vital desayunar con fundamento) hago un café y lo subo al despacho, mientras pongo música ligera, tranquila, que facilite la concentración, me preparo y visualizo el resultado de la primera tarea clara, la esbozo. El ambiente es impresionante para trabajar: cero ruidos, cero distracciones, 10 de concentración, 10 de enfoque… Perfecto.

Evidentemente, esto me hizo reajustar mi horario de salida, salgo a las 19.00 horas, cuando antes lo estaba haciendo cuando podía, y a veces… ufff. Sin darme cuenta, me encuentro con que tengo más tiempo, la sensación de salir a las 19.00 horas de la oficina es indescriptible. Desde que he comenzado a implantar este hábito, al salir de la oficina, he podido ir a practicar mi pasión, Taichi, otros he ido a pasear, más tiempo con mi familia…

Estoy alucinado! Me encanta este nuevo hábito, la mejor manera de reforzarlo es premiándome con todo esto.

 

@jmvillarmea 

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José María
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